En este sentido, junto a las buenas prácticas a interiorizar, es recomendable el uso de productos como aceites especiales, barnices de poliuretano como el Barniz Parquet de Montó Pinturas, lacas u otros protectores específicos para tratar de conservar el buen estado de estos suelos durante más tiempo.
Pero, ¿qué problemas son los más frecuentes en este tipo de suelos para interior? Aquí van algunos y sus posibles soluciones:
- Rayas y arañazos: A pesar de la gran resistencia que presentan los suelos de madera,las situaciones cotidianas y actividades diarias pueden ocasionar daños como picotazos, arañazos y grietas. No obstante, tienen la ventaja frente a los suelos laminados, por ejemplo, de que cada 10-15 años pueden ser lijados y barnizados; de forma que ofrecen la posibilidad de corregir desperfectos. En este caso, se puede utilizar un protector al agua como la colección Barniz Parquet de Montó Pinturas o un barniz de poliuretano.
- Parqué levantado/abultado: Los suelos que no son hidrófugos, es decir, que no presentan protección contra el agua, tenderán a hincharse con el contacto con la misma. Derramar agua sobre el suelo de madera o instalar este tipo de suelos no protegidos en zonas muy húmedas como baños o cocinas, podrían ser razones por las que se desarrollase este daño.
En estos casos, la solución sería desmontar la zona afectada, esperar a que se sequen las lamas situando algo pesado encima para evitar que se deformen y volver a montarlas. En ocasiones, puede ser necesario sustituirlas por completo.
Por otro lado, también se puede dar la situación de que los suelos de madera se acaben levantando debido a una instalación defectuosa o al emplazamiento de topes de puertas o estanterías atornilladas, que impidan la dilatación natural de la madera. En ambos casos es recomendable desmontar las láminas y volver a montarlas.
Para evitar este tipo de deterioros, la solución más rápida y económica es contar con el barniz Parquet Decor Poliuretano de Montó Pinturas, que se utiliza como endurecedor la humedad del medio ambiente y proporciona acabados de gran brillo y dureza.
- Manchas: Ante las manchas en los suelos de madera, la mejor solución es actuar con rapidez para que no se filtren.
En el caso de los suelos de madera encerados, se deberá frotar suavemente la mancha con un paño húmedo, secar la zona y encerar nuevamente.
Por su parte, si el acabado del piso no es cera, sino que tiene otro producto como un barniz de poliuretano para pisos o un plastificante de poliuretano, habría que utilizar un producto específico para su limpieza. En cualquier caso, la ventaja de este acabado es precisamente que son prácticamente inmunes a las manchas y, además, ofrecen una buena lavabilidad y una gran resistencia al roce, tratándose así de la opción más apropiada para este tipo de superficies.
- Crujidos: Los crujidos de los suelos de parqué son molestos cuando se producen al caminar sobre sus láminas y pueden resultar especialmente desagradables por las noches. Se producen debido a la porosidad de la madera, que se expande o contrae dependiendo de los cambios de humedad. Pero también la calidad pobre de la construcción y el diseño y/o el uso inadecuado de materiales pueden provocar que el parqué acabe crujiendo.
Por ello, para tratar de corregir este problema resulta fundamental identificar su origen. En el caso de que se deban a la presencia de un travesaño, podría servir de gran ayuda el empleo de un buscador electrónico de travesaños.
- Problemas con el barniz: En ocasiones, también el barnizado puede presentar pequeños desperfectos como zonas con cortes o arrugas, granos, burbujas o cráteres, que podrán ser arreglados limpiando cuidadosamente el pavimento y empleando una lija.
No obstante, si los daños todavía no se han producido, es importante tener en cuenta estas recomendaciones y precauciones, que ayudan al mantenimiento de los suelos de madera:
- Evitar pisar el parqué con calzado de la calle, especialmente si está mojado o contiene restos de tierra, gravilla, piedras, etc o es de tacón fino, que podría rayar la superficie.
- Limpiar inmediatamente el suelo si se derrama algún líquido sobre él. En estos casos, también es recomendable prestar especial atención al secado.
- Colocar fieltro adhesivo en las patas de los muebles, para que arañen lo más mínimo el suelo.
- Evitar que los rayos del sol incidan directamente sobre la madera, pues podrían estropearla y oscurecerla prematuramente.
- Ventilar periódicamente la estancia, para reducir la humedad de la misma y evitar el hinchamiento y/o deformación de las láminas.
En definitiva, podemos concluir que los suelos de parqué necesitan cuidados muy específicos para lucir relucientes mucho más tiempo; pero en la constancia y la previsión reside el arte para mantener estas superficies como nuevas durante años.
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