Su espacio en Casa Decor, Divina Marquesa, nos transporta en un viaje inspirado en la esencia misma del Palacio de la Trinidad de origen sevillano, donde los techos altos, la madera tallada, la cerámica verde, las cortinas, el mármol y los toques dorados crean una atmósfera majestuosa.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistarla y conocer de primera mano cuál fue su inspiración y proceso de trabajo para llevar a cabo este proyecto y su visión sobre las tendencias que marcarán el futuro del interiorismo y la decoración.
¿Cómo definirías tu participación en Casa Decor 2024 y qué significó para ti participar en este evento?
La definiría como una participación sincera y verdadera, en el sentido de dejar ver la esencia de cómo definimos en el estudio la profesión. Es la clara respuesta de nuestro trabajo 100% personalizado. Respondemos siempre al lugar en el que se ubica el proyecto y a la propiedad.
En este caso, un edificio regionalista sevillano de principios del sigo XX con el que hemos querido establecer un diálogo cara a cara, y una revisión detallada del porqué en Madrid existe el Palacio de La Trinidad. La respuesta se llama, doña María Ángeles Gutiérrez que con una determinación rotunda decide trasladar su residencia de Sevilla a Madrid comenzando las obras del palacio en 1929. Es la razón por la que tenemos un cachito de Sevilla en Madrid.
Esta información para nosotros fue valiosa para entender aún más el contexto. Trabajando con absoluto respeto, una conversación de materiales nobles, texturas, iluminaciones tamizadas y controladas. Un proyecto atrevido y rotundo que no deja indiferente a nadie.
¿Podrías compartir con nosotros tu experiencia decorando un espacio en el Palacio de la Trinidad? ¿Hubo algún desafío particular que enfrentaste durante este proceso?
Ha sido un privilegio trabajar en el Palacio de la Trinidad, desde el día que entré me enamoré de él. Todos sus guiños en el exterior desvelando su origen sevillano me hicieron creerme, en cuestión de minutos, que no estaba en Madrid. Me sentía más cerca de la Plaza de España de Sevilla que en mi Madrid.
Las tejas blancas y verdes dibujando el remate del palacio, como si de un baile se tratara, ese cambio de color otorgando todo el movimiento cuando miramos hacia arriba; los jardines, los balcones redondos, la rejería, el oratorio con su hermosa cúpula, las vidrieras como las de la Catedral de Sevilla, una Virgen en el jardín, un banco vestido con colores sevillanos. Con un marco tan determinante y rotundo es muy fácil trabajar.
Llevo años desarrollando proyectos de arquitectura e interiorismo, y con el tiempo, lo que he aprendido es que en este tipo de intervenciones he desarrollado una sensibilidad especial. Al recorrer los espacios, y hacerlos míos, las paredes te hablan, haciéndote ver cómo debes de intervenir. La esencia del espacio en el que se actúa tiene la respuesta, sólo hay que saber escuchar. Por eso, mi posición es rotunda en cada proyecto que desarrollamos, cada uno es único y especial y por eso la respuesta siempre es distinta.
¿Cuál fue la fuente de inspiración detrás de tu diseño para Casa Decor? ¿Hubo algún tema o concepto en particular que quisieras transmitir a través de tu espacio?
Doña María Ángeles Gutiérrez y el palacio de la Trinidad son la respuesta. Nos encargaron los baños de uso público de la planta baja del palacio. Rápidamente, quité de la ecuación la palabra público y soñé con cómo sería la atmósfera que debía de tener el baño de esta mujer de la alta burguesía, culta y de carácter rotundo y determinante. La respuesta fue un baño femenino, pero con carácter teatral, haciendo presente en cada detalle su Sevilla natal siempre añorada y con un toque dramático y drástico.
Háblanos un poco sobre el proceso de selección de materiales y texturas para tu proyecto. ¿Cómo influyó esta elección en la atmósfera general que deseabas crear en tu espacio?
Tenía claro que nuestra intervención tenía que ser un diálogo cara a cara con el palacio de la Trinidad. Una conversación entre materiales nobles, y elementos del pasado y del presente.
Debía ser un equilibrio entre materiales etéreos y otros más sólidos y clásicos. Este diálogo provoca todo el movimiento, la magia y la teatralidad del espacio “Divina Marquesa”.
El paso al espacio central protagonista, es un paso en el que utilizamos un material metalizado dorado, y en el espacio central hay un diálogo potente y rotundo entre dos espejos colocados en diagonal. Para conseguir el equilibrio que deseaba tenía que matizar todos esos reflejos con materiales más sólidos y opacos; maderas, piedras y tejidos era el team perfecto.
¿Qué papel desempeñaron los productos MONTÓ en tu proyecto de decoración? ¿Cómo fue tu experiencia trabajando con ellos y qué impacto crees que tuvieron en el resultado final?
Las pinturas que hemos utilizado en nuestro espacio “Divina Marquesa”, han sido fundamentales, no sólo por los colores elegidos sino por la textura que te hacer recordad la suavidad del terciopelo.
En la primera visita, me enamoré del verde de las tejas del Palacio. Fue el primer ingrediente que empezó a configurar todo nuestro espacio. Debíamos de vestirlo de verde, para tener claro que nuestra intervención era en un palacio sevillano de principios del siglo XX que se merecía todo el respeto.
Con Pinturas MONTÓ, tuvimos la oportunidad de hacer varias pruebas de tonalidades de verdes y naranjas, para acertar con los colores que queríamos. Era fundamental elegir unos colores con personalidad, específicos para nuestro espacio. Y después de cinco muestras, dimos con los colores deseados.
Necesitábamos elegir dos verdes, uno más oscuro para pintar el techo y otro, de una tonalidad por debajo para todas las paredes. Era una forma de hacer el espacio con mayor movimiento y tridimensionalidad. Unos verdes que tenían que dialogar con el verde de la cortina. Y la elección del naranja era esencial, necesitaba estar cargado de energía, es el color que hizo que nuestro espacio se llenara de pasión y asombro. Tanta energía, como la que imprimen los naranjos en la ciudad de Sevilla. De ahí la elección del color.
La textura que conseguimos con las pinturas de MONTÓ es muy especial.
El techo para nosotros era muy importante. Nuestro espacio se encuentra en la planta baja del Palacio de la Trinidad, teníamos la suerte de intervenir en la planta más noble, y por consiguiente con más altura. Nuestro espacio tiene una altura de 3,80 m.
Ha sido todo un privilegio, la verticalidad es un maravilloso valor añadido. Siempre comento que los metros cúbicos en ocasiones son tan importantes o más que los metros cuadrados.
Los proyectores de techo también los pintamos de verde con unos sprays de MONTÓ
Desde tu perspectiva, ¿cuáles crees que son las tendencias más relevantes en la actualidad y hacia dónde se dirigen estas tendencias en el futuro cercano? ¿Hubo alguna tendencia específica que incorporaste en tu diseño para Casa Decor?
Para mí la palabra tendencia, se desliga del color, de las texturas, de los materiales. Estoy convencida de que la tendencia del interiorismo es la sensibilidad. Es el ser consciente de que desde un proyecto responsable somos capaces de despertar emociones y sensaciones distintas en las personas que lo visitan o que lo habitan. La creatividad tiene una parte mágica que influye en nuestra forma de estar en la vida, tiene un lado que en muchas ocasiones es imperceptible a nuestros sentidos básicos, sin embargo algo sentimos en determinados espacios que nos hacen sentir bien.
La tendencia es una respuesta personalizada a cada espacio, es despertar nuestros sentidos como profesionales para que podamos dialogar con el lugar en el que intervenimos, porque ahí está la respuesta.
Tendencia, para mí, es el uso de materiales responsables con la salud del hombre, materiales sostenibles. Es ser conscientes de que un material, aunque se marque como “tendencia” no siempre vale.