Su espacio “Ágora” se erige como un vínculo entre el esplendor del diseño clásico y la vanguardia del contemporáneo, utilizando técnicas innovadoras que fusionan la artesanía y la tecnología, respetando el acabado tradicional y acercando lo clásico a las nuevas generaciones.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistar al equipo creador del espacio y conocer cómo ha sido para los alumnos trabajar en una evento de calibre internacional.
¿Cómo ha sido la participación de UDIT en Casa Decor 2024?
Esta es la novena edición consecutiva en la que UDIT participa en Casa Decor. Nuestra participación está dirigida especialmente a nuestros alumnos del Grado y Máster Universitario Oficial en Diseño de Interiores, para los cuales es una experiencia única. No sólo por la oportunidad de crear un diseño de interiores innovador, sino por ver que aquello que han diseñado, se convierte en realidad. Además, les da la oportunidad de conocer reconocidos interioristas, así como materiales y soluciones que, en un futuro no tan lejano, podrán aportar valor a sus proyectos
¿Qué os ha aportado la experiencia de decorar un espacio en el Palacio de la Trinidad? ¿Hubo algún desafío particular?
La experiencia siempre es enriquecedora y los desafíos constantes. Este año, la edición requería cuidar mucho el entorno en el que nos encontrábamos, y tener en cuenta que contábamos con dos espacios diferentes. Un palacio y un pabellón de invitados. En nuestro caso, al ser la entrada al Pabellón, el reto era invitar al visitante a entrar con la misma ilusión con la que lo había hecho en ese edificio que a priori tiene una mayor importancia.
Consideramos que llenar la escalinata de flores y marcar la entrada con una alfombra hecha a medida era una buena opción para invitar a ello.
¿Cuál fue la fuente de inspiración detrás del diseño?
Este año, los alumnos han creado un espacio colaborativo que se erige como un vínculo entre el esplendor del diseño clásico y la vanguardia del contemporáneo, utilizando innovadoras técnicas que combinan la artesanía y la tecnología, respetando el acabado tradicional y permitiendo acercar lo clásico a las nuevas generaciones.
De esta forma, se da lugar a un punto de encuentro meta-clásico en el que el pasado y el presente se alían en un equilibrio perfecto, invitando a explorar y descubrir la atemporalidad del diseño.
Háblanos un poco sobre el proceso de selección de materiales y texturas para el proyecto. ¿Cómo influyó esta elección en la atmósfera general que se deseaba crear en el espacio?
Considerando el concepto y la paleta de colores inspirada en el Tea-Stain, la selección de materiales y texturas se enfocó en mantener una estética visualmente serena, mientras se exploraba la combinación de diversos acabados con un enfoque artesanal. Se buscaba resaltar tanto la impronta humana como la tecnológica en los detalles, subrayando la idea de que la artesanía y la tecnología pueden converger en armonía, sin necesidad de seguir caminos divergentes.
¿Qué papel desempeñaron los productos MONTÓ en el proyecto?
Teníamos claro que queríamos utilizar el color Tea-Stain (tendencia del año 2025 para interiores según WGSN) por lo que buscamos el color en la paleta de MONTÓ. Lo aplicamos en el techo porque considerábamos que de esta forma enfatizábamos el elemento central, la luminaria, que evoca el capitel de una columna clásica.
Para finalizar, ¿cuáles crees que son las tendencias más relevantes en la actualidad y hacia dónde se dirigen?
Las tendencias actuales emergen en un mundo que encara la escasez de recursos, lo que ha generado un creciente interés en la sostenibilidad, la innovación tecnológica y una mayor conexión con los valores individuales. Esta evolución se manifiesta en la combinación de piezas vintage y nuevas, así como en la apreciación de lo natural a través de imperfecciones deliberadas en materiales como la madera y la cerámica. La personalización se vuelve fundamental, con accesorios que permiten adaptar los espacios a gustos individuales y la elección de materiales que transmiten una sensación premium. En un contexto donde la abrumadora cantidad de opciones puede dificultar la toma de decisiones, simplificar el proceso se vuelve esencial, priorizando la alineación con los valores del consumidor sobre consideraciones puramente estéticas.